Mantener la motivación y sacar el máximo provecho de tu aprendizaje requiere algo más que buenas intenciones.
Compártelo:
Estudiar online suena bien, ¿no? Flexibilidad, desde cualquier lugar y a tu ritmo. Sin embargo, sabemos que el camino no siempre es tan sencillo. Mantener la motivación y sacar el máximo provecho de tu aprendizaje requiere algo más que buenas intenciones. Según un estudio de Harvard Business Review, solo el 20% de las personas que comienzan cursos online los completan debido a la falta de organización o motivación.
Por eso, aquí te compartimos consejos prácticos que pueden marcar la diferencia en tu experiencia formativa. Estas recomendaciones están diseñadas para ayudarte a avanzar de manera efectiva y disfrutar del proceso de aprendizaje.
Es fácil perder el rumbo si no sabes exactamente hacia dónde vas. Por eso, establecer metas claras es el primer paso para avanzar. Pero, atención: no cualquier meta vale. Deben ser realistas, medibles y motivadoras.
Un pequeño premio después de alcanzar tus metas puede ser un gran motivador. Según investigaciones en psicología positiva, recompensarte por tus avances aumenta la sensación de satisfacción y mejora la perseverancia.
Ejemplo: Si terminas una unidad importante de tu curso, regálate un día libre o haz algo que disfrutes, como ver una película o salir a caminar.
Las metas no solo te dan dirección; te mantienen motivado al recordarte lo que estás logrando con tu esfuerzo. Además, según un informe de LinkedIn Learning, los estudiantes que establecen metas claras tienen un 30% más de probabilidades de completar sus cursos.
Fuente: LinkedIn Learning
Estudiar formación online no es solo cuestión de sentarte frente a la pantalla. Necesitas estar bien, tanto física como mentalmente, para aprovechar al máximo tu tiempo de estudio.
Mantenerse activo durante el día mejora significativamente la concentración y retención de información. Incluso una pausa activa de 10 minutos puede marcar una gran diferencia. Algunas ideas incluyen:
Según un estudio publicado en Journal of Applied Psychology , los descansos activos mejoran la productividad en un 15%. Esto se debe a que el movimiento estimula la circulación sanguínea y oxigena el cerebro, facilitando el aprendizaje.
Tu cuerpo no es una máquina. Recuerda que dormir bien es tan importante como estudiar. El sueño ayuda a consolidar la memoria y procesar la información nueva. Un adulto necesita entre 7 y 9 horas de sueño nocturno para funcionar correctamente.
Además, el estrés es el enemigo del aprendizaje. Si te sientes agobiado, tómate un respiro para desconectar un rato y recargar energías. Técnicas como la meditación o la respiración profunda pueden ser muy útiles para gestionar el estrés.
Una de las mejores cosas de estudiar online es la flexibilidad. Pero, cuidado: esa misma flexibilidad puede jugar en tu contra si no organizas bien tu tiempo. La clave está en desarrollar hábitos sólidos que te permitan avanzar de manera constante.
Encuentra las horas en las que eres más productivo y dedica esos momentos exclusivamente al estudio. Algunas personas son más eficientes por la mañana, mientras que otras prefieren trabajar por la noche. Lo importante es identificar cuándo te sientes más alerta y utilizar ese tiempo estratégicamente.
El entorno donde estudias tiene un impacto directo en tu concentración. Aquí tienes algunas recomendaciones:
Una rutina no tiene que ser aburrida; es una herramienta para que aproveches al máximo tu tiempo. Según un estudio de Duke University, hasta el 40% de nuestras acciones diarias son hábitos, no decisiones conscientes. Convertir el estudio en un hábito te hará avanzar automáticamente sin necesidad de forzarlo constantemente.
Fuente: Duke University
Si solo te limitas a leer o escuchar pasivamente, es probable que olvides gran parte de lo que estudias. Sin embargo, si lo haces de forma activa, aprovecharás al máximo tu tiempo.
Tomar notas no solo te ayuda a recordar mejor la información, sino que también refuerza tu comprensión. Algunas técnicas populares incluyen:
Explicar lo que has aprendido a otra persona (o incluso a ti mismo) es una técnica poderosa para consolidar conocimientos. Este método, conocido como «el efecto del profesor», ha demostrado aumentar la retención de información en un 50%.
Además, si puedes compartir tus avances con alguien cercano, recibirás retroalimentación valiosa y fortalecerás tu compromiso con el aprendizaje.
La práctica es fundamental para internalizar nuevos conceptos. Busca oportunidades para aplicar lo que estás aprendiendo en situaciones reales. Por ejemplo:
Según un informe de la Association for Talent Development, aprender haciendo incrementa la retención de conocimientos en un 75%, frente al 10% de simplemente leer.
Fuente: Association for Talent Development
No importa si estás empezando o retomando tus estudios después de mucho tiempo. Lo importante es que encuentres una forma de aprender que se ajuste a ti y te motive a seguir adelante.
Cada persona tiene un estilo de aprendizaje único. Algunas preferencias comunes incluyen:
Identificar tu estilo de aprendizaje te permitirá adaptar los recursos disponibles a tus necesidades específicas. Por ejemplo, si eres visual, busca plataformas como talentus que ofrezcan materiales multimedia y videos interactivos.
Aprovecha la flexibilidad de la formación online para adaptarla a tu vida. Puedes:
Aunque tener una buena planificación y hábitos sólidos es crucial, es normal enfrentarse a desafíos en el camino. Aquí tienes algunas estrategias para superarlos:
Cuando te sientas desmotivado, vuelve a tus metas iniciales. Recuerda por qué comenzaste este viaje de aprendizaje y celebra los avances que ya has logrado. También puedes buscar inspiración en historias de otros estudiantes que han seguido caminos similares.
Organiza tu agenda semanalmente para asegurarte de reservar tiempo para el estudio. Utiliza herramientas como Google Calendar o Trello para programar tus sesiones de aprendizaje. Además, divide tus tareas grandes en partes más manejables para evitar sentirte abrumado.
Si te cuesta mantenerte enfocado, prueba la técnica Pomodoro: trabaja durante 25 minutos y luego toma un descanso de 5 minutos. Este método ha demostrado ser efectivo para mejorar la concentración y reducir la fatiga mental.
Además de las ventajas obvias como la flexibilidad y accesibilidad, la formación online ofrece otros beneficios menos conocidos:
Estudiar online te obliga a ser responsable de tu propio progreso. Esta habilidad es altamente valorada en el mercado laboral y te prepara para manejar proyectos independientes en el futuro.
Con acceso a recursos actualizados constantemente, puedes mantenerte al día con las últimas tendencias en tu campo. Por ejemplo, plataformas como talentus ofrecen cursos gratuitos certificados que cubren temas emergentes como inteligencia artificial, sostenibilidad empresarial y análisis de datos.
Ya no necesitas trasladarte ni ajustarte a horarios rígidos. Puedes acceder a formación de calidad desde cualquier lugar, siempre que tengas conexión a internet.
Encontrar la motivación y mejorar tu aprendizaje en formación online requiere esfuerzo, pero también creatividad y adaptabilidad. Al implementar estas estrategias, estarás creando una base sólida para alcanzar tus objetivos educativos y profesionales